En vísperas de Navidad, solía ir al Capri. Allí, en la barra, emborrachaba mis penas con sorbos de tequila. Solo en el garito, leía los horóscopos mientras oía la última de Loquillo. Con dieciocho años recién cumplidos, me quedaba mucha vida en los bolsillos. Desde el taburete soñaba con el día de mañana. Fracasado en […]
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